24 de marzo de 2015

CON MERTON EN LA SANPA

El día de hoy conversaba con mis estudiantes acerca de las principales perspectivas teóricas sociológicas modernas, específicamente acerca del Funcionalismo, el mismo que concibe a la sociedad como un organismo vivo en el que cada uno de sus integrantes aporta al desarrollo y supervivencia de la sociedad en su conjunto. Uno de los sociólogos que más aportes ha realizado a esta perspectiva moderna fue Robert K. Merton (1910-2003), el mismo que a través de sus aportes teóricos sobre las funciones y disfunciones sociales, marcó el derrotero del funcionalismo sociológico.

Uno de los aportes más importantes fue la distinción que Merton hace entre las funciones manifiestas y las funciones latentes. A grandes rasgos podemos afirmar que las funciones manifiestas son intencionales, mientras que las funciones latentes no lo son. Cuando estábamos conversando sobre ambas funciones me dispuse a plantear los ejemplos del caso: en primer lugar, el propio ejemplo que Merton pone respecto a la danza de la lluvia que algunas tribus indoamericanas practican. En ese momento se me vino a la mente un tema que estuvo en la "agenda" de las redes sociales la semana pasada: la Universidad Católica San Pablo de Arequipa (UCSP) y sus peculiares, por decirlo menos, "normas de vestimenta para los alumnos".

La UCSP fue fundada en 1997 y es regentada por el  Sodalitium Christianae Vitae institución "apostólica integrada por laicos y sacerdotes" y fundada por el laico Luis Fernando Figari, el mismo que tienen más de una acusación por "abusos sexuales graves" contra varios de sus subordinados menores de edad. Respecto a este tema, recomiendo la lectura de la columna de Pedro Salinas (¿Dónde está Figari?). Pero regresando al tema de las normas de vestimenta, en mencionada universidad particular católica se señala que "los varones, además de lucir cabello corto no deben usar polos o camisas manga corta, no usar shorts, no usar accesorios como cadenas, muñequeras, etc". Si en el caso de los varones hay algunas concesiones, las mujeres, por obvias razones, carecen de ellas: "se les prohíben usar pantalonetas, polos con tiritas, camisetas, no pueden mostrar los hombros, usar minifaldas y escotes pronunciados".

El debate acerca de estas normas de vestimenta ha inundado las redes sociales e incluso la noticia ha sido abordada por los principales medios capitalinos, como si esta fuese alguna novedad. Trayendo a Merton a la UCSP y haciendo uso de sus propuestas teóricas, bien podríamos preguntarnos, ¿por qué una universidad tiene estas normas que son, prácticamente, de cumplimiento obligatorio? Los defensores de la UCSP, tanto alumnos como profesores, dan respuestas desde el lado de las funciones manifiestas de este tipo de normas: "En una universidad tienen que vestirse con cierta educación, no están yendo a una discoteca", "Un futuro profesional debe vestirse de acuerdo al lugar". Todas respuestas para la tribuna, ya que se considera como función de una universidad no solamente brindar conocimientos, sino formar personas; de tal forma que decirlo así suena bien, es lo "socialmente correcto". ¡Por Dios, quien querría tener alumnos en shorts, alumnas con minifaldas y con polos manga corta en clase! Deben aprender a vestirse como lo que son, profesionales.

Pero las declaraciones de quienes forman parte de la mencionada universidad son lo que Merton llama funciones manifiestas: "son claras, específicas y conscientes. Implican las consecuencias intencionadas y reconocidas de un aspecto de la sociedad", como la función de universidad de formar profesionales, hasta en el modo de vestirse. Pero si estas normas existen, no solo es porque cumplen una función declarativa, y el trabajo del sociólogo consiste en investigar y descubrir las funciones latentes, es decir esas funciones "inconscientes, o no intencionadas, que pueden reflejar propósitos ocultos de una institución". En ese sentido, lo que no se dice (o no se quiere decir) es el real motivo de dichas normas de vestimenta. El espacio es poco para aventurarme a platear alguna hipótesis, pero dejo algunas preguntas en el aire: ¿intenta esta universidad suplantar un papel que no le corresponde, al establecer formas de vestir que claramente deben de ser formados en los hogares? ¿Intentan, las autoridades de dicha universidad, cohibir la libertad e individualidad de cada estudiante al intentar homogeneizar patrones de vestimenta? Si es así, ¿dónde queda la libertad y universalidad, no solo de pensamiento y acción que debe caracterizar a toda institución universitaria, sea pública, privada o católica? ¿Intentan, por su marcada tendencia religiosa, evitar que los estudiantes "tengan malos pensamientos" al ver a sus compañeros y/o compañeras en determinadas vestimentas que hagan que sus hormonas se disparen y cometan el pecaminoso pecado de la masturbación o, peor aún, de las relaciones sexuales prematrimoniales"? Si es así, ¿no sería más honesto (insisto, dada su marcada tendencia religiosa), decirlo así? Si como ellos muy bien afirman: "Quien quiere estar en la UCSP debe obedecer las normas, sino se puede ir", creo que es totalmente cierto, pero el engaño solapado no debe ser aceptado, so pretexto de ser una universidad particular.

En lo personal, lo he dicho muchas veces en las dos universidades donde trabajo, me es indistintoa la forma en que vienen vestidos mis alumnos, si asisten con terno, con polo, buzo, zapatos, zapatillas, etc. El único estándar mínimo que exijo es el de la limpieza e higiene. He conocido personas bien enternadas, pero con la misma camisa durante toda la semana, así como otras que con short, polos, etc, se bañan y cambian ese polo y short todos los días. Insisto en que lo que me importa, como profesor, es lo que mis estudiantes aprenden y como lo aplican en la vida diaria, si eso va acompañado con un saco y corbata o un sastre, en buena hora; si sus conocimientos los aplican en short, polo o minifalda, también, en hora buena. Finalmente, Merton decía que no todas las estructuras son indispensables para el funcionamiento correcto del sistema social. Algunas partes de nuestro sistema social pueden ser eliminadas. La UCSP, ¿estaría dispuesta a sincerarse y/o eliminar estas normas?, no lo creo.

9 de marzo de 2015

ULRICH BECK (1944-2015)

El pasado 1 de enero del año 2015, falleció uno de los grandes sociólogos del siglo XX e inicios del XXI, profesor de la Universidad de Munich y de la London School of Economics, poseedor de un doctorado en Filosofía. Este brillante sociólogo estudió los principales problemas de la modernización, los problemas ecológicos, la individualización y un tema que me interesa en lo particular desde el punto de vista intelectual desde hace por los menos 20 años: el tema de la globalización del cual este autor, fue junto Joseph E. Stiglitz David Held y Dani Rodrik Octavio Ianni y Luciano Tomassini fue uno de sus más serios estudiosos y desde el punto de vista del caso venezolano mi colega politólogo José Gregorio Contreras que se ha dedicado a estudiar también en el ámbito académico el fenómeno de la globalización en forma seria. También Beck, en los últimos tiempos se dedicó aportarle a la sociología nuevas vías de conocimiento en áreas como sus estudios sobre el cosmopolitismo, la sociedad del riesgo y la segunda modernidad donde contribuyó a la nueva sociología alemana con nuevos conceptos. El pensamiento de Beck si se quiere se puede ubicar en términos de una sociología reflexiva de posición crítica frente al postmodernismo que no abandona el análisis crítico de los problemas actuales de la nueva sociedad.

En ese sentido su pensamiento discurre en distinguir una primera modernización, que corre a lo largo de la industrialización y la creación de la sociedad de masas, de una ‘segunda modernización', propia de una sociedad que tiende a la globalización y está en constante desarrollo científico-tecnológico. En la era industrial la estructura cultural y social era la familia, pero luego ese núcleo se rompe dando lugar a la individualización, aumentándose la incertidumbre del individuo en la sociedad de riesgo. Parece ser que esto es producto del neoliberalismo económico, y no solo afecta al plano personal sino que también afecta a las instituciones.

Con respecto a su pensamiento en el campo de la política, dice que no se necesita redactar nuevas normas sino que hay que adaptar las existentes a la realidad social y a las necesidades del momento. Se debe, según Beck, contrarrestar el excesivo peso del mercado y sus efectos, y ampliar el círculo social y cultural del individuo, con el objetivo de alcanzar un equilibrio y disminuir la incertidumbre. Además, ve necesario que los antiguos estados nacionales cambien y comiencen un proceso de cohesión internacional y cooperación, reconociendo la diversidad e individualidades, para poder abordar preparados a esta segunda modernidad.

Un último concepto que trató con solidez intelectual y de científico social fue el concepto de la globalización que se ve reflejada en su obra amplia y densa y entre los libros que podemos citar del autor están: La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad 1986, ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización 1997, La democracia y sus enemigos 1998, la precarización del trabajo en la era de la globalización 2000 entre otros importantes estudios que hablan del grueso del trabajo intelectual emprendido.

En un corto artículo de opinión es imposible escribir sobre lo que escribió en forma enjundiosa y densa este importante sociólogo, diremos que diferencio los conceptos de globalismo, mundialización y globalización. En el caso de la globalización la define "... los procesos en virtud de los cuales los estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante los actores trasnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios...".

En el caso de globalismo lo entiende "... la concepción según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer político; es decir la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo. Esta procede de manera monocausal y economicista y reduce la pluridimensionalidad de la globalización a una sola dimensión, la económica, dimensión que considera asimismo de manera lineal y pone sobre el tapete (cuando, y si es que, lo hace) todas las demás dimensiones-las globalizaciones ecológica, cultural, política y social- solo para destacar el presunto predominio del sistema de mercado mundial...". Se desprende de las afirmaciones de Beck que la globalización crea vínculos y espacios sociales trasnacionales.

El fin del ciclo vital de este importante sociólogo de nuestro tiempo Ulrich Beck, dejará al mundo académico sin los novedosos aportes que todavía podía hacer para si se quiere robustecer aún más, en el campo de la sociología en el ámbito internacional, lo que podríamos denominar una sociología de la globalización, quedan sin embargo, sus libros con los cuales podemos seguir estudiando y cultivando nuestro conocimiento sobre este fenómeno contemporáneo como lo es la globalización.