27 de enero de 2014

HAYA: PRIMERAS IMPRESIONES

Este día tan importante termina con la delimitación definitiva de la frontera marítima entre Chile y Perú, países que al no haber podido ponerse de acuerdo, por la vía de las relaciones bilaterales, han decidido llevar dicho diferendo ante el máximo órgano de Justicia Internacional: la Corte de la Haya. Para quienes desean leer el fallo lo pueden hacer aquí, sin embargo debo advertir que se encuentra en idioma inglés.

En la mañana estuvimos comentando, en un canal local, algunas primeras impresiones sobre el fallo, ahora, con el documento leído es importante hacer algunas precisiones:

En primer lugar, los jueces han hecho una lectura muy argumentada de los antecedentes diplomáticos del litigio, y valgan verdades se ha notado, por lo leído, que a la diplomacia peruana poco o nada le importó zanjar esta situación (desde 1929) el primer indicio se dio en 1986, es decir, casi 60 años después del tratado de Lima que establece los límites territoriales. Recién a partir de la década de los 80 del siglo pasado se iniciaron, por la vía diplomática, los primeros intentos por solucionar el problema.

En segundo lugar, el Perú llegó a la corte con dos pedidos: que la corte reconozca que no existen ningún tratado de límites marítimos con Chile y que por lo tanto ella delimite dicha frontera  trazando una línea equidistante desde la frontera terrestre (teniendo en cuenta el hito de la Concordia); y, que el Perú asuma posesión del triángulo externo adyacente a sus 200 millas:

Pedido N°2
Pedido N° 1
















En tercer lugar, Chile responde a la demanda peruana aduciendo que los tratados firmados en la década del 50 son tratados de límites marítimos y por lo tanto no hay nada que discutir con el Perú; sin embargo es preciso mencionar que dichos acuerdos tiene un carácter específico: el comercio y explotación pesquera, mismos puntos que reconoce la corte de La Haya en su sentencia final.

En cuarto lugar, ¿hemos ganado?. La respuesta es NO. El triunfo es una situación en la que se cumplen ciertas condiciones que uno espera o que uno desea. El fallo de la corte no era para nada lo que se esperaba por el lado peruano, es, como dice Henry Pease, un fallo "sorpresa", más para el lado peruano que para el lado chileno.

En resumen el fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya reconoce que los tratados del 50 no son de límites, pero que el manejo y posesión consuetudinaria de dicha área marítima se ha dado siempre entre ambos países sin motivo de reclamo ni queja por ninguna de las partes (hasta 1986); por lo que la corte, siguiendo la costumbre de fallos "salomónicos" y equitativos, ha dispuesto que el límite marítimo se inicia en la intersección del paralelo correspondiente al Hito 1 con las costas del Perú (alegato chileno) hasta las 80 millas marinas, a partir de las cuales se marcará una línea equidistante (posición peruana) hasta las 200 millas:

Límite determinado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
¿Por qué no es un triunfo? Porque 300 metros de la costa de Tacna se han convertido en lo que el Derecho Internacional del Mar llama "costa seca", en pocas palabras, los tacneños son dueños de la tierra, pero no pueden entrar al mar, porque no les pertenece, ahora le pertenece a Chile:

Costa seca en territorio tacneño
Es decir, que si bien es cierto que los límites terrestres se han fijado desde el tratado de Lima de 1929, y la Corte ha señalado que no tiene competencia sobre ese tema (aunque el presidente de Chile ha tratado de salir a confundir, diciendo que ese triángulo terrestre que se ve en el mapa ahora es de Chile), la Cancillería peruana ha reconocido que ahora formamos parte de ese "selecto" grupo de 6 países a nivel mundial que tienen Costa Seca. 

No hemos ganado, porque la parte cedida a Chile es la que más recursos hidrobiológicos tiene; es decir, que los chilenos van a seguir explotando de la misma forma dichos recursos, ya que no se ven afectados, mientras que la parte cedida al Perú (cerca de 49000km2) está en alta mar. Cabe precisar en este punto que los más perjudicados, en el caso peruano, son los pescadores artesanales de Tacna que han visto reducida dicha capacidad (en la costa seca) y que se mantiene tal como estaba la situación antes del fallo, los grandes triunfadores son los grandes empresarios pesqueros que realizan la pesca industrial y que cuentan con el equipo necesario para la pesca más allá de las 80 millas establecidas. En el caso chileno se ha dado todo lo opuesto, quienes han perdido son los grandes industriales pesqueros, mientras que los pescadores artesanales se mantienen en la misma condición.

Pero el fallo es inapelable y como todo Estado democrático y del siglo XXI, tanto los gobiernos de Perú y Chile se han comprometido (antes, durante y después del fallo) a acatarlo. La implementación del fallo significará un gran reto para la diplomacia bilateral y para la clase política nacional, esta es una prueba que se nos pone para ver si somos tan desarrollados y civilizados como pretendemos serlo y del adecuado cumplimiento del mismo dependerán futuros acuerdos comerciales con el mundo.

Mención especial merece la actitud de nuestra clase política y este es un ejemplo de la forma en que se deben tratar las políticas de Estado (que sobrepasan los límites temporales de un gobierno). Felicitamos y agradecemos a la misión diplomática, encabezada por el embajador Alan Wagner, y a todo su equipo.

Somos y seremos países vecinos, el momento de demostrar concordia y buena vecindad regional ha llegado, los ojos del mundo están puestos sobre Perú y Chile; han pasado más de 100 años de la infausta Guerra del Pacífico, 100 años de odios infundados que no han hecho más que frenar varias oportunidades de desarrollo en conjunto para ambos países. El reto, más grande aún que la demanda y el proceso judicial internacional que el día de hoy culminó, es lograr la verdadera unión de nuestros pueblos.

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