18 de noviembre de 2013

DÉBIL Y SIN AUTORIDAD

La teoría neoliberal del Estado nos enseña que este gran Leviatán debe estar dormido y solo despertar para garantizar el orden, seguridad y paz necesarias para la inversión privada; sin embargo parece ser que en el Perú este Leviatán más para sonámbulo ya que la mayor parte del tiempo está en piloto automático o no sabe qué hacer.

La semana pasada la terminamos con varios hechos políticos que han generado una grave (tal vez la más fuerte) crisis del actual gobierno, todo ello por la falta del principio de autoridad de las instituciones políticas encargadas de hacer cumplir el orden y la ley.

En primer lugar, un preso (Fujimori) se pasea a los policías que lo resguardan en prisión para dar su segunda entrevista en lo que va del mes; ¿quién detiene al dictador? o ¿acaso existen intereses ocultos y poderes fácticos que impiden el accionar efectivo de las autoridades penitenciarias?. El ministro de Justicia y el jefe del INPE aparecen (quiero creerlo así) sorprendidos y anuncian severas sanciones para el reo infractor, ¿cuáles? Si se supone que tras su última entrevista se anunció el corte de la línea telefónica, sin embargo Fujimori sigue gozando de varias prerrogativas que este gobierno le permite.

Otro hecho, que tiene para rato, es el caso López Meneses, mano derecha del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos y uno de los hombres que colaboró durante la la década de los 90 en la construcción de lo que Henry Pease acertadamente llama el Estado mafioso, ¿qué han hecho los sucesivos gobiernos (desde Paniagua hasta Humala) por desactivar las fuertes redes de corrupción que Fujimori y Montesinos se encargaron de tejer durante 10 años?. Poco o nada, de ahí que tratar de ponerle a este Estados otro adjetivo resulta un tanto innecesario, seguimos en un Estado mafioso, a ocultas, bajo la mesa, pero mafioso al fin de cuentas.

Resulta sintomático que, en un Estado mafioso, se trate de ocultar la información, a los culpables y si los hay, estos son salvados de toda culpa; por eso no sorprende oír a un almirante retirado de marina decir "Las FF. AA. sirven al Estado, no a un gobierno ni a una persona" ¿indirecta mandada al presidente Humala? ¿acaso está perdiendo la poca autoridad que tiene dentro de las FF. AA?. Hoy en la tarde, y creo como respuesta a dichas declaraciones, nuestro presidente sale a decir que la culpa de todo el caso López Meneses  la tiene la policía, generándole flaco favor a las relaciones entre las FF. AA. ¿acaso el ejército no tiene también responsabilidad? Humala está perdiendo autoridad, legitimidad y aceptación popular, caldo de cultivo perfecto para que posiciones extremistas y ultra radicales tomen posición en el escenario político.

¿Qué debería hacer Humala? Fácil, consultarle a su señora y a su familia, o ¿acaso no es este un gobierno familiar? ¿Qué debemos hacer nosotros, los ciudadanos? Por el bien de la democracia, esperar a que bien o mal, Humala termine su mandato y esperar a las próximas elecciones, aunque el panorama parece ser el mismo o peor.

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