23 de septiembre de 2010

SOCIOLOGÍA URBANA

“Sociología especial que se orienta a la investigación de las relaciones existentes entre el desarrollo social, económico y tecnológico en una sociedad, de un lado, y del desarrollo del espacio y la conducta de los individuos en las unidades espaciales, por el otro. Unidades espaciales son, por ejemplo, regiones, conurbaciones, ciudades, barrios o bloques de pisos. De todas formas, las unidades más investigadas son las grandes ciudades (ciudades con más de 100 000 habitantes”[1]
Podemos decir, entonces, que las investigaciones de sociología urbana se basan en distintos niveles que hay de agregados o colectivos: ciudad, barrio, individuos, así como las relaciones entre estos planos. Cuanto mayores son las unidades de territorio, como sucede, por ejemplo, en el análisis empírico de ciudades enteras, y/o cuanto más elevado es el grado de urbanización de una sociedad, más pronto llega la sociología urbana a un análisis de esta sociedad.
El desarrollo de las ciudades puede ser descrito como un proceso por fases. Con la inmigración y el aumento de nacimientos, crece el número de habitantes. La ciudad se extiende por los alrededores y constituye una región urbana: el núcleo de la ciudad (la ciudad dentro de sus fronteras administrativas) más los alrededores. Dentro de la ciudad se produce una reorganización espacial: en el centro de la ciudad, el sector terciario (comercio minorista, administración) sustituye primero a los centros de producción y más tarde a la población residente. A causa del aumento de precios y de la falta de posibilidades de expansión, la producción se traslada a la periferia de la ciudad o a los alrededores.
Los barrios de viviendas se convierten entonces, en zonas alejadas del centro. El desplazamiento de la ubicación de los distintos sectores de la ciudad se conoce con el nombre de “suburbanización”. Los nuevos grandes complejos residenciales se sitúan en las zonas extremas de la ciudad, aunque los hay también en el centro. Las instituciones comerciales y de servicios siguen a los nuevos barrios residenciales en la periferia de la ciudad y en sus alrededores. Se forman centros secundarios que asumen las funciones de centro de la ciudad, llegando hasta oponerle una cierta competencia económica; de la ciudad con un solo centro se forma una ciudad con varios centros.
En la fase siguiente, aumenta el número de población de los alrededores, mientras que desciende la del centro de la ciudad. En esta fase, se producen otros 2 cambios en los barrios del centro: primero se adoptan medidas de rehabilitación (de cuyo tema trata esta investigación) de los edificios viejos, luego son revalorizados por los inversores privados, por ejemplo, viviendas de alquiler que pasan de propiedad, y llega el sobreprecio de los pisos. Esta última transformación de los barrios del centro antiguo se ve favorecida por el aumento de “nuevos tipos de hogares” (persona que viven solas, se supone que son parejas). En las grandes ciudades, sobre todo, el número de personas que viven solas pueden llegar a superar la mitad de las viviendas.
Las investigaciones clásicas de la sociología urbana estudiaban ante todo los temas relacionados con el proceso de urbanización, el análisis de las inmigraciones y la distribución de los grupos de población en los distintos barrios de la ciudad. La mayoría de las veces, estos análisis de hechos a nivel macro, por ejemplo distribución de los índices de criminalidad, índices de suicidio, contingente de una minoría o de miembros de una clase social en determinados sectores de una ciudad, eran descritos y esclarecidos por las características de los sectores.
A este tipo de microanálisis pertenecen también los estudios sobre las consecuencias del cambio demográfico en las ciudades, por ejemplo, el aumento de viviendas de personas jóvenes o viejas que viven solas. Ambas situaciones influyen en el emplazamiento de la vivienda y en las infraestructuras que estos grupos necesitan (escuelas, tiendas, lugares de ocio).
También pertenecen al mismo tipo de análisis los estudios sobre consecuencias del cambio económico, por ejemplo, destrucción de industrias textiles, constructoras o navieras, o sobre condiciones de vida y laborales en las ciudades. En este caso, se hace patente la gran relación que existe entre la sociología urbana, la economía, la geografía económica y la política.
Otro problema lo constituyen las consecuencias de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación sobre las zonas residenciales, los puestos de trabajo y las formas de transporte de las ciudades.
Un último sector macro son las investigaciones urbanas comparativas. En este caso, se trata de detectar las regularidades de la estructura de las ciudades y en su desarrollo por fases, las desigualdades regionales de un país, surgidas como consecuencia de los cambios en la estructura económica, las cuestiones relacionadas con las causas de la decadencia o el nuevo auge de las ciudades, así como la jerarquía nacional e internacional de las ciudades.
En cambio, en los estudios de nivel micro o individual, se investiga la conducta de los habitantes de las ciudades. Ejemplo típico son los estudios sobre la migración campo-ciudad, las condiciones de vida de las minorías étnicas y su integración social, las formas de vecindad urbana, las condiciones de vida en los grandes polígonos, así como las redes osciles y las élites de una comunidad. En tales macroestudios se dilucida, por ejemplo, la distribución de los habitantes de la ciudad debida a la desigualdad social (ingresos) y el estilo de vida de ciudadanos que viven en espacios muy apretados.
Las teorías de la sociología urbana proceden de distintas tradiciones de investigación. La tendencia principal es la de la ecología humana y social, desarrollada en los años 1920 en Chicago y que, desde entonces, se ha expandido en diversas especialidades. Su supuesto central es que las comunidades humanas, en su concurrencia por los recursos escasos (el suelo, por ejemplo), se adaptan a su medio y lo transforman con nuevas tecnologías y reglamentaciones normativas. El punto de partida lo constituye la división del trabajo o, en general, la “organización de subsistemas” de la sociedad. Dentro de esta teoría se han formulado distintos modelos de estructura y desarrollo de las ciudades. La ecología social ha descuidado, sin embargo, en sus análisis algunas dimensiones, sobre todo la influencia de la especulación del terreno y de la política. Por otro lado, en las investigaciones sobre las ciudades y en la New Urban Sociology, hay también tendencias marxistas. Se trata en este caso, de estudiar la intervención estatal en el mercado de la vivienda y en la utilización del suelo, la relación de la planificación estatal o comunal con los distintos intereses económicos, así como las consecuencias de la división internacional del trabajo y la explotación del capital sobre el desarrollo de las ciudades.
Para quienes deseen ampliar sus conocimientos sobre esta rama de la Sociología General, se recomienda la lectura de los siguientes textos:

  1. "La cuestión Urbana", "La ciudad y las masas: sociología de los movimientos sociales urbanos" de Manuel Castells.

  2. "Sociología del pensamiento urbano" de Julio Fuentes.

  3. "Sociología Urbana" de S. García.

  4. "Urbanismo y desigualdad social" de D. Harvey.

  5. "Atlas metropolitano: el cambio social en las grandes ciudades" de P. Perulli.

  6. "La ciudad" de Max Weber.
 [1] Hillmann, Karl-Heinz: “Diccionario Enciclopédico De Sociología” pág. 915

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